El pasado 8 de julio fue el último día de Enrique Ochoa Reza al frente de la Comisión Federal de Electricidad. En esa fecha, muy decidido acudió a la Gerencia de Relaciones Laborales de la empresa y pidió que se le diera el finiquito “más amplio y eficaz”: un millón 725 mil 209 pesos. Pero no se preocupen, porque le tendrían que restar impuestos, así que su liquidación fue de tan sólo un millón 206 mil 271 pesitos.
De acuerdo a la investigación que publicaron Proceso y Mexicoleaks en su plataforma, el actual dirigente nacional del PRI -quien por cierto, se autoproclama como el “zar anticorrupción”- cobró cinco veces más lana de la que le correspondía. Si tenemos que decirlo de otro modo, es como si la CFE le hubiese pagado al señor un estimado de $6,809 pesos por día, lo que equivale a dos días extras de sueldo por cada semana que estuvo en su nómina.
Pero eso no es todo, damas y caballeros, porque según lo que afirma un abogado especialista en derecho laboral, el monto mencionado no tenía por qué llegar a los bolsillos del funcionario, debido a una simple razón: se separó voluntariamente de su cargo.
Si tomamos en cuenta lo que establece la fracción primera del artículo 33 del Manual de Trabajo de Servidores Públicos de Mando de la CFE, Ochoa no tendría que haber recibido tremenda liquidación, ya que esta dice que: “En casos de separación voluntaria por cualquier causa”, la Comisión Federal de Electricidad “otorgará una compensación” al funcionario sólo después de que este haya cumplido tres años de servicio.