Los manifestantes arribaron cerca de las 10.00 horas a Palacio de Gobierno y trataron de derribar la puerta principal, sobre la calle Aldama.
Al no lograrlo, intentaron por la parte trasera. Tras quebrar las puertas, comenzaron a destrozar también las ventanas.
Posteriormente comenzaron a lanzarse gas pimienta y piedras, lo que dejó como saldo hasta el momento alrededor de veinte heridos.
Algunas de las lesiones principales fueron ocasionadas por las piedras lazadas de los manifestantes a los policías y viceversa.
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