Más de 150 familias se dieron cita el sábado pasado en el cauce del río Bravo, entre Juárez y El Paso, para abrazarse después de llevar varios años de estar separadas por diferentes motivos entre Estados Unidos y México.
Por espacio de cuatro minutos las familias aprovecharon este evento denominado “Derribando Muros” para reunirse con sus seres queridos.
El director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos en El Paso, Texas, Fernando García, informó que este es el cuarto evento “Derribando Muros”, donde familias separadas se reúnen nuevamente.
A la fecha se la logrado juntar más de mil familias en los cuatros eventos que se han realizado desde 2016, lo que es un muy significante por estar dentro de la administración de Donald Trump, el cual ha prometido la deportación de más migrantes y la construcción de muros.
Casos como el de Alberto Avilés, quien viene desde Houston, Texas, para ver a sus papás después de diez años.
Expresó que sus papás vienen desde el Estado de México para reencontrarse con él, ya que la única comunicación era por teléfono, pero gracias a Dios aquí estamos abrazando a mis viejos.
“Primero Dios y el próximo año, no sé cómo le vayamos a hacer, pero tenemos que estar juntos nuevamente, pero quiero estar con ellos ya; por lo pronto estoy agradecido con este programa para poder unir familias, ojalá la gente que mire las noticias que no la piensen para hablar y apuntarse en este programa, porque es algo inexplicable, algo bien lindo, ojalá muchos tengan la oportunidad de este momento, tener este privilegio de ver a sus seres queridos”, subrayó.
Mientras tanto Margarita Paz de Juan, madre de Alberto, dijo que nunca se imaginó verlo aquí en medio del río Bravo, parece cuando estábamos en un retiro así como estamos ahorita, -le señala a su hijo-.
“Le doy gracias a Dios que nos haya dado licencia para estar juntos nuevamente y primeramente Dios nos conceda venir nuevamente a visitarlo aunque sea aquí en el río Bravo”, comentó emocionada doña Margarita, sin dejar de abrazar a su hijo.
Fernando García, de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, indicó que el río representa mucho, representa miedo, muerte y demás; pero también representa esperanza para estas familias, se hizo lo que no tiene precedentes, lo que no se podía hacer que era juntar estas familias y se está haciendo.
Otro de los migrantes que vino para ver a su mamá fue Javier Fuentes, quien llevaba cinco años sin ver a Gloria Rivas, quien manifestó sentirse muy contenta de ver a su hijo.
Este tipo de programas ayuda a unir familiar, ya que no es lo mismo hablar por teléfono que tener el contacto de la familia.
Las familias que vinieron a reencontrase con sus seres queridos son de El Paso, Juárez, Nuevo México, Chicago, Houston, Dallas, Chihuahua, Cuauhtémoc, Veracruz, Ciudad de México, Oaxaca, Tabasco, Estado de México, entre otros.
EL HERALDO