Cd. Delicias, Chih.- La tarde de este viernes estuvo marcada por dos momentos que quedarán grabados en la memoria de una familia rota: la justicia comenzó a dar sus primeros pasos y, al mismo tiempo, el corazón de Delicias despidió a Rosa Isela.
Pasadas las 3:00 de la tarde, la Fiscalía General del Estado confirmó la detención de César Genaro O. C., ex pareja y presunto feminicida de la joven madre asesinada en Montealbán. La noticia se regó de inmediato, llegando hasta los oídos de quienes, con el alma en vilo, preparaban la misa para despedir a la mujer que perdió la vida en un acto de violencia marcado por los presuntos celos y la obsesión.
Una hora después, a las 4:00 de la tarde, el féretro morado de Rosa Isela entró al templo de el seccional de “Las Varas”, Saucillo. Flores, rezos y lágrimas llenaron el lugar. Sus hijos, aún confundidos por la tragedia, permanecieron cerca de su abuela, quien entre sollozos y entereza prometió cumplir la última petición de su hija: hacerse cargo de ellos.
El dolor se mezclaba con un sentimiento distinto, apenas perceptible, casi contradictorio: un respiro de justicia.
El ataúd morado se convirtió en un símbolo de duelo, pero también de resistencia. Mientras se despedían de Rosa Isela, la noticia de la captura del presunto culpable circulaba como un rayo, generando entre los asistentes un murmullo de esperanza: la certeza de que, aunque ella ya no esté, su voz sigue resonando en el clamor de justicia.
La tarde cayó entre rezos, abrazos y lágrimas. Rosa Isela partió rodeada de amor, mientras la justicia daba su primer paso para honrar su memoria.
Reportero : Salvador López