H. Cd. de Chihuahua.- De acuerdo con las cifras oficiales de la Fiscalía General del Estado, en lo que va del 2025 (enero a septiembre) se han registrado 360 suicidios en la entidad. El rango de edad más afectado corresponde a jóvenes de 18 a 22 años, con 49 casos, de los cuales 43 fueron hombres y 6 mujeres.
Este grupo etario supera incluso al de 23 a 26 años (45 casos) y al de 27 a 30 años (38 casos). Las estadísticas muestran un patrón alarmante: la crisis emocional y mental golpea con fuerza a quienes están en los primeros pasos de la vida adulta.
Especialistas en salud mental señalan que este sector enfrenta una serie de presiones particulares: falta de oportunidades laborales, incertidumbre educativa, inestabilidad económica, rupturas afectivas, consumo de sustancias y, en muchos casos, la ausencia de redes de apoyo sólidas.
El Colegio de Psicólogos de Chihuahua ha advertido que se requieren programas urgentes de prevención focalizados en preparatorias y universidades, además de campañas que incentiven a los jóvenes a buscar ayuda profesional sin temor a estigmas.
Organizaciones civiles como Red por la Salud Emocional han propuesto que se generen más espacios comunitarios gratuitos de escucha y acompañamiento.
El impacto del suicidio en el estado tiene un foco geográfico claro: Chihuahua capital y Ciudad Juárez concentran casi la mitad de los casos registrados entre enero y septiembre de 2025.
En la capital se documentaron 98 suicidios, mientras que en Juárez la cifra llegó a 90. En conjunto, suman 188 muertes autoinfligidas de las 360 registradas en todo el estado. El tercer municipio con más casos es Cuauhtémoc, con 28.
Los especialistas apuntan a que el fenómeno se acentúa en grandes ciudades por el ritmo acelerado de vida, el aislamiento social, la desigualdad económica y el estrés urbano. Además, la violencia que caracteriza a la frontera agrava la vulnerabilidad psicológica de las personas.
En contraste, municipios serranos como Guachochi, Parral y Bocoyna registraron entre 9 y 13 casos cada uno, lo que indica que la crisis no es exclusiva de las ciudades grandes, aunque en ellas se concentran los números más altos.
Autoridades de salud mental han insistido en la necesidad de reforzar los servicios psicológicos en los municipios con mayor incidencia y descentralizar la atención. Actualmente, la mayor parte de los recursos y especialistas se concentran en la capital, lo que limita el acceso a quienes viven en comunidades más alejadas.
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